jueves, 21 de enero de 2010

dias diferentes que tambien se pueden disfrutar..

cuatro horas de soñar en la oscuridad y decido ver como una gotita traviesa juega a traspasar la claridad de la ventana que me permite ver el color del cielo y los intentos vanos de las demás simpáticas bajar por el cristal..

"y después de la lluvia siempre saldrá el sol"... pero la gente normal allá afuera o encerrada en sus casas, siempre tendrá algún tipo extraño de queja contra un día nublado y lluvioso, cuando no es mas que nuevo y diferente a todos los demás..

después de mas de 53 minutos de contemplar el baile y el canto en aquel cristal de vidrio solo queda la tranquilidad del silencio que hoy deja pasar los rayos del sol a una habitación con sabanas rosas.

es curioso como en tan poco tiempo de conocer la sonrisa de un ángel extraviado pude comprender que no hay días buenos o malos, bonitos o feos; solo lluviosos o soleados, nublados o luminosos; pero que no dejan de ser días, y que es gracias a ellos que puedes disfrutar así de una tarde calurosa mientras bronceas tu cuerpo en la playa, o mientras compartes una tarde en el jardín con tus amigos..

y entonces.. como es que una fotografía en tonos y matices grises puede ser artística, pero al cielo lo condenan a la maldición y la tristeza?

el color y la belleza solo los ojos que lo ven podrán darselo..

viernes, 15 de enero de 2010

una confusion

hace tiempo quiero volver, pero lo mas cerca que he podido estar es la puerta principal, y ni siquiera toco el timbre..

ha pasado tanto tiempo que no se si la cerradura de aquel candado aun funcione o ya este totalmente oxidada y tengo mucho miedo de intentar usar aquella pequeña llavecita de plata..

el rumbo cambio de dirección y no veo el momento en que quiera escapar de mi habitación.

tantos meses, días y horas que pasaron y los cubrí con una cartulina negra haciéndome creer que era fuerte, tanto que a mi alrededor me pedían de consejo como llegar ahí.. hasta que los rayos del sol terminaron por colarse entre un hueco clandestino de la ventana y me di cuenta que aquella fortaleza, en realidad, era mi mayor debilidad..