hace unos días existió la ilusión que quiso nunca perderse en el abismo, pero esos cambios repentinos que te juega la vida son los que te hacen madurar y entender por qué nunca puedes bajar la guardia.
a cada minuto es más difícil creer que los ángeles caminan entre nosotros; pues sentía paz en el alma al estar de su lado, pero ahora solo siento el dolor de un orgullo lastimado, un juego descalificado, un sueño quemado y tirado por la borda.
hace 24 horas un baño sorpresivo de agua fría despertó a una nueva verdad. realidad que desgarró en el interior.
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