lunes, 22 de marzo de 2010

de un asiento en ventanilla a una habitación solitaria..

... hasta llegar a un vehículo con chofer particular que te transportaría a la línea imaginaria que divide dos mundos dentro del mismo mundo.

los viajes planeados con un itinerario específico son tan perfectos que no debes improvisar; pero los sorpresivos y relámpago siempre dejan emociones y experiencias nuevas para compartir con alguien mas.

después de todo, tal vez esta visita inesperada a una ciudad conocida hace casi un año, fue de cierto modo planeada conforme la situación lo permitía. así como poco a poco un río busca el camino para llegar a su océano; de igual manera fue que poco a poco la ruta se fue aclarando hasta llegar al destino apropiado en una pequeña ciudad, donde las actividades laborales aguardaban sin hacerse esperar.

durante la nueva aventura aparentemente hubo grandes descubrimientos; actitudes que se comprendieron mas; reacciones que se conocieron mejor; situaciones que se apreciaron e hicieron sonreír; y momentos que aunque fueron fugaces permanecerán como la nota romántica escrita por un adolescente en un trozo de papel durante la clase de filosofía.

la vida esta llena de sorpresas. los momentos mágicos en muchas ocasiones son opacados por las lagrimas, las preocupaciones y el estrés rutinario de las quejas laborales; y entonces las hermosas hadas agonizan poco a poco dejando una luz marchita dentro de un tronco abandonado en un bosque ya nunca mas visitado.

las sonrisas son el alma de un cuerpo queriendo salir a jugar; queriendo conocer las maravillas que le rodean. pero en ocasiones las olvidamos guardadas dentro del ultimo cajón situado en el buró abandonado de la habitación que solo abrimos para arrinconar mas accesorios que nos parecen obsoletos; sin entender que lo mas obsoleto en este mundo es olvidar la pasión de respirar.

recuerdo mucho a mi alma gemela decirme que olvidaba respirar en los momentos mas cruciales de mi vida; sin saber que en realidad solo quería absorber lo mas posible cada pasión encontrada en aquel minuto que sentían los poros de mi piel.

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